jueves, noviembre 06, 2008

Envío


Envío. Instalación-Encomienda en el Cerro Chepe, Concepción Chile.
Colectivo Mutantes Clandestinos
Laboratorio 2008/2009 Espacio g + Traffix + Revista Plus
Fotografías: BelenDroguett, IsabelNuñez
Sobre la Instalación
El artista Guillermo Kuitca trabaja hace años ya con el concepto de mapas, con la cartografía, aún así es necesario comprender que los mapas que necesitamos cartografiar ahora son en realidad otros territorios que pasan desapercibidos, simbólicos, inconscientes, inconclusos que a modo de superposiciones configuran el entramado de algo que es mucho más complejo que la simple “realidad” y su funcionalidad cotidiana, de algo que es difuso, aparece y desaparece a voluntad o a veces simplemente se impone, como todas las acciones que ocurrieron en esta esquina.

Este refugio dejó de ser tal para convertirse en un dispositivo el destino de este, el verse sobrepasado por la presión circundante donde los testigos se convirtieron en protagonistas, el público dejó por un momento su automatismo para convertirse en operador, en artista, como aquella chica que asintió en subvertir y trastocar su funcionalidad participando de la construcción de significado por iniciativa propia, recostada sobre lo que habitualmente es un asiento.
Así como también el sujeto disfrazado para la fiesta símbolo del capitalismo, la fiesta neoliberal por excelencia quien asumiendo su papel en una mudez impenetrable se instaló con guadaña en mano a suspender un minuto de su tiempo ficticio, de su inconsciencia.

Para los mutantes una intervención artística es como una historieta vuelta realidad en verdad es una trama desconfigurada, desde la precariedad, la inversión de códigos, impostura de la inocencia de Snoopy o es también humor: “correte a un lado que me tapas el sol” le replica el filósofo cínico a Alejandro Magno ante la magnanima pregunta de este: Qué puedo hacer por ti, diógenes?
La estación de lo absurdo, como esa alocada pareja representando la persecusión de lo ideal, inalcanzable, inasible, en realidad el ideal no es más que un híbrido, otro mutante, resultado de uno de los conceptos más populares de los últimos tiempos: nuestra divina “Entropía”.

Entropía como lugar común, como referirse al arte en relación a un sistema determinado que le otorgue cohersión, que le acerque a la “ciencia” y nos haga salir del ensimismamiento, (d’l’art pour l’art) del arte por el arte, de la condena de inutilidad y superficialidad. Queremos ahora “antropoarte” queremos un lugar desde dónde investigar quién es este que transita, se detiene y refugia, saber qué significado tiene para él este no-lugar.

Hay momentos en que la materialidad, la materia se abre paso a través de la acción del hombre a una trascendencia directa, no necesito para mi estudio identificar al sujeto que precipitó su deconstrucción sino nominar rapidamente las condiciones de su acción puesto que lo más interesante es que este se encuentra subsumido a determinadas causalidades, coptado por la visión de lo pre-determinado, lo que ejerció no es una acción sino una reacción fue un medio de fuerzas mayores que desconocía, como en el caso de un funcionario militar al ejecutar ordenes de un superior pues una verdadera crítica tanto en su praxis como en su teoría se ejecuta con la distancia.
Isabel Nuñez Urra